Una Muerte en la Familia Parte 2 - Unlimited Editorial

Reseña: Oscar Cayul
Guión: Jim Starlin
Dibujo: Jim Amparo
Batman Vol.1 #427
44 páginas
Una semana más, Unlimited nos inunda el kiosko con Batman, en lo que es su segunda entrega de Una Muerte en la Familia. Esta vez, y tal como se predijo, es un solo número USA, pero doble... o sea, es como tener dos normales. Los más viejitos dirán “yo compraba eso a $300 pesos en mis tiempos, y con la portada original”, pero bueno, han pasado más de 20 años de eso en realidad... lo que no me hace sentir tan bien.
Hablando de portadas, porque es lo primero que se ve, maravilloso Aparo. Su viñeta es icónica, clásica y muy bien cuidada en los aspectos visual y emocionalmente fuertes. El único problema (además de que la viñeta podría ser “spoiler-eante”) es que ni siquiera pertenece a este número, sino que al siguiente. De hecho, la portada de la siguiente semana es una viñeta menor del comic que salió esta semana, lo que podría haber sido mejor portada (pero no tanto, porque es bastante fea en realidad; más de eso en la reseña de la próxima semana). Así que, ¿Qué decir? Estos comentarios desaparecerán probablemente cuando lleguemos a Batman, Incorporated en realidad, así que sigamos.
La historia sigue donde la dejamos, y de hecho avanza apresuradamente, en cada parte Jason probando cuál es su verdadera madre, la mercenaria Lady Shiva (que los lectores de Unlimited ya la conocían en Hush, cuando se agarró con la otra femme fatale que está arrasando, Thalia), y la desconocida y de rostro angelical Sheyla Haywood. Cada capítulo le dedica espacio a una de ellas, siendo el primero mucho más entretenido, con bastante acción y gran dibujo.
El segundo es menos logrado en términos de argumento, pero juega bastante bien con la tensión. Recuerdo cuando lo leí por primera vez hace tanto tiempo y sentí que, al contrario de otras aventuras, era difícil obtener un final feliz.
Ahora, un poco de spoilers. Efectivamente la historia que se había armado como una búsqueda familiar va tomando todo el cuerpo de un armado efectivo para matar a Robin. Sí, todos lo sabíamos, pero uno tiene derecho a que le vendan mejor la historia. El argumento del Joker es extraño, y la misma doctora se lo dice: ¿Por qué ha caído tan bajo el Joker? En honor al realismo, tiene sentido que se ensucie un poco las manos en robo hormiga por así decirlo, pero lo hace quedar un poco indigno.
Su brutalidad es recompensada con un buen toque de violencia gratuita contra Robin. Efectivamente, aunque no vemos nada, nos damos cuenta que ha sido particularmente violento, sangriento, e incluso agradezco no haberlo visto. En eso no tenemos problemas. El problema es su madre, la Dra. Sheyla es un personaje extraño. Naturalmente su historia es bastante pobre, y como personaje alcanza un mínimo de claridad. Algunos podrán encontrar quizás parte de riqueza en eso, hace obras caritativas pero su moral siempre ha sido cuestionable porque la carrera es más importante. No quedan claras sus emociones hacia Jason y su cigarro en mitad de la golpiza es de difícil interpretación. En el fondo, ameritaba un mejor trato al personaje. Sin embargo, agradezco que haya salido esta historia en su época, me imagino al menos una docena de revistas para contar esta simple historia. Una cosa por otra supongo.
El último momento, la bomba, es lo mejor. Sabemos que está compleja la situación desde antes, pero nada nos hacía imaginar que es tan difícil salir vivo de eso. Uno de pronto se compadece de Batman, sabe que no llegará, sabe que nada será igual. El dolor se avecina, y quedaría un poco más velado si no fuera por esa torpe portada que recibimos para esta edición (por último, para el número siguiente, uf).
Ese momento, junto al encuentro de Jason con su madre son los que más recuerdo. Aunque la segunda parte de este tomito la encuentro más débil, en verdad puede que sea mejor (me di la media vuelta), porque en verdad logra cosas interesantes. Le creo a Jason, creo su necesidad de tener a una madre, creo en su tragedia, creo en el miedo de Bruce, creo en Harvey De-... no, eso no.
Creo en Unlimited, que algún día no se equivocará en sus portadas, y que de vez en cuando, casi como de regalo, nos den tres números por tomo. ¿Por qué no? Tengo derecho a creer.