MR - Death of X #001, Acá se masca la tragedia
| Aviso de Spoilers: La reseña que sigue a continuación trata los sucesos más recientes de la serie revisada, por lo que puede desvelar detalles argumentales importantes para quienes no estén al día. |
Por fin, tenemos entre manos Death Of X #001, el primer número de la miniserie que promete contarnos los hechos ocurridos en las franquicias mutante e inhumana en el lapso de los 8 meses entre Secret Wars y el inicio del universo All New All Different Marvel, y que desencadenaron el actual status quo y las fricciones entre los X-Men y los Inhumanos.
DEATH OF X #001
Sinopsis de la editorial: ¿Qué fue lo que ocurrió hace 8 meses, que posicionó a los X-Men e Inhumanos en curso de colisión? ¡Averígualo acá! Los Inhumanos viajan a Japón donde una nube de Terrigen Mists ha creado nuevos miembros de su raza. Mientras, los X-Men se dirigen a la Isla Muir donde una segunda nube de Terrigen causa algo extraño y terrible. Cuando esos 2 eventos converjan, explotará una guerra de proporciones catastróficas.
Los actuales encargados de las franquicias mutante e Inhumanas, Jeff Lemire –Extraordinary X-Men, Old Man Logan- y Charles Soule –Uncanny Inhumans- unen sus fuerzas para entregarnos la miniserie que promete contarnos los inicios del conflicto entre los Hombres X y los chicos de la reina Medusa, y que sirve para pavimentar el camino hacia el próximo evento editorial Inhumans vs. X-Men. También, se supone que asistiremos al porqué de la desaparición del tablero de personajes tan relevantes para la Casa de las Ideas como Cyclops y Emma Frost. En este primer número, se presentan los antecedentes del conflicto, aunque aún deberemos esperar para ver a los protagonistas contactar cara a cara.
El número transcurre con los Inhumanos y los mutantes actuando en paralelo, aunque el foco e importancia específica recae sobre los expupilos de Charles Xavier, antigüedad constituye grado. El team Cyclops –que además incluye a Emma Frost, Iceman, Goldballs, Magik y las Stepford Cuckoos- se dirige a la Isla Muir tras recibir una llamada de auxilio de Jamie Madrox, Multiple Man para los amigos. Al llegar, descubren que el centro de investigación asentado en la isla ha estado estudiando el efecto de las Terrigen en la biología mutante, pero la llegada de una nube de ese componente ha asesinado a todo el equipo de científicos que trabajaba ahí. Así, asistimos a la muerte de Jamie, no sin antes de entregarle a Cyclops los datos recopilados que posteriormente son analizados por Beast. El mayor de los Summers culpa a los inhumanos de saber la verdad de la toxicidad de las nieblas, y jura defender a los mutantes con todos los medios necesarios, declarándoles la guerra, en una actitud que parece algo apresurada a pesar del carácter más extremo que ha mostrado Scott en los últimos tiempos. ¿Magneto tenía razón?
Por el lado de los Inhumanos todo es más festivo. La nube de Terrigen que se dirige a Japón es esperada con alegría por los humanos que anhelan ser transformados. De hecho, es el mismo gobierno japonés el que ha pedido la ayuda del equipo comandado por Crystal –que además incluye a Naja, Iso, Flint, Grid y Gorgon- para asistir a la gente que sufra la terrigénesis. Hay una inevitable batalla –mal que mal, este es un cómic de superhéroes- contra una facción de Hydra que quiere apoderarse de las crisálidas, pero solo sirve para reforzar el paralelismo con el liderazgo de Cyclops pues Crystal también está dispuesta a hacer todo lo necesario para proteger a su pueblo.
A estas alturas, y después de aproximadamente 14 números publicados de series mutantes post Secret Wars, no es un secreto para nadie que actualmente Scott Summers está muerto. Suponemos que ese será su destino al final de la miniserie por lo tanto sabemos de antemano que ésta no es una batalla que los Hijos del Átomo puedan ganar. Desde ese punto de vista, es muy interesante el manto de tragedia que logra transmitir Jeff Lemire a todas las viñetas en que aparecen los mutantes. La tensión se palpa en el ambiente y las escenas en que Emma y compañía exploran la base de la Isla Muir nos recuerdan, y de excelente manera, esa angustia y terror de películas como Aliens o The Thing, donde sabemos que tarde o temprano toparemos con algo horroroso. Dichos momentos lograron que se me pusieran los pelos de punta, todos los créditos para Lemire.
Por otra parte, los fans más nostálgicos volvemos a la Isla Muir en Escocia, un escenario clave en la historia de los títulos X, que ha servido como hogar y Centro de Investigación para la fallecida Dra. Moira Mactaggert, refugio ocasional para los estudiantes de Xavier y como base de Excalibur, aquel grupo mutante europeo que comandado por Nightcrawler, vivió etapas inolvidables a manos de Chris Claremont, Alan Davis y Warren Ellis. Y como corolario tenemos el regreso y despedida de Jamie Madrox, personaje que jugo parte fundamental de X-Factor en sus imprescindibles etapas al mando de Peter David. La última vez que lo vimos fue por allá por el 2013 – X-Factor #262- , cuando daba punto final a X-Factor Investigations. Su muerte se antoja algo gratuita pues Lemire parece ignorar el hecho que estaba casado con Layla Miller, su compañera de equipo cuyo poder de “saber cosas” debió haberle permitido atisbar lo que se le venía encima. No es la primera vez que Multiple Man muere, ya que su poder de duplicarse a sí mismo siempre deja abierta la puerta a la triquiñuela de que el fallecido sea uno de sus duplos. Esta vez parece ser la definitiva pues el personaje afirma ser el “verdadero” Multiple Man. De todas formas, podemos suponer que cuando a alguien se le ocurra la sensata idea de darle un nuevo título de X-Factor a David, tendremos a Madrox de vuelta a mundo de los vivos.
Por el contrario, en la parte escrita por Charles Soule correspondiente a los Inhumanos no tenemos hechos o revelaciones importantes. No encontramos mucha lógica en por qué los humanos del Universo Marvel odian a los mutantes y reciben a brazos abiertos a los inhumanos –de hecho, la fobia hacia éstos debiese ser mayor puesto que poseen biología alienígena mientras los portadores del gen X siguen siendo humanos-, aunque la explicación más lógica va en la línea del intento editorial –cansino, a estas alturas- de darle notoriedad por las buenas o por las malas a la franquicia Inhumana. Mientras tengan la posibilidad de llevarlos al cine, todo se ve luminoso y feliz para los herederos de los Kree, mientras que para el Homo Superior las cosas no son tan halagüeñas. Aún con algunas falencias, Lemire logra que los muties se mantengan como la raza favorita de las que protagonizan el conflicto, mientras Soule no parece tener muy claro cómo hacer que nos importen en algo los Inhumanos y que se ganen un trozo de nuestro corazón.
Con respecto a los dibujos, Aaron Kuder se muestra un tanto dubitativo. Hay viñetas magistrales y otras, especialmente en los rostros, que tienen un acabado que podría ser mejor. No obstante lo anterior aprueba la tarea, pues su estilo a ratos tosco funciona ideal para las partes más terroríficas del número –los cadáveres logran horrorizarnos como se supone deben hacerlo- pero también plasma imágenes muy divertidas en los momentos de acción de los Inhumanos. Guardando las diferencias, su estilo me recordó inmediatamente a algunos paneles de New X-Men de Frank Quitely. Esta dualidad es reafirmada por lo colores aplicados por Morry Hollowell, en que destacan los colores fríos y crudos para las escenas en el horror de la Isla Muir y los cálidos y alegres para los pasajes de Crystal y compañía.
Diálogo destacado:
-Goldballs: “ Um, Chicos, ¿están seguros que debería participar en esta misión? Parece quedarme un poco grande”
- Stepford Cuckoos: “No podríamos estar más de acuerdo…”
Conclusión: Death of X #001 es un excelente primer número para esta miniserie. No obtenemos mucha más información que la que ya sabemos por la lectura de las correspondientes series regulares, pero la forma en que se transmite el sentido de urgencia y pesimismo de los tiempos aciagos que se les vienen encima a los X-Men es notable, al igual que el terror que debemos sentir al explorar junto a los mutantes el horror de la Isla Muir. Aaron Kuder, se muestra algo irregular por momentos, pero a la postre demuestra que es una de las más interesantes adquisiciones de Marvel en los últimos tiempos.
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