CMM #002 - Marvel Knights' Daredevil (1998): revigorizando el mito del Diablo Guardián
Bienvenidos a la segunda entrega de Caballeros de la Mesa Marvel, una sección que intenta bucear en la obra y gracia de una de las líneas más exitosas de la Casa de las Ideas, Marvel Knights. En el artículo anterior hicimos un repaso de la historia de dicho sello, y a partir de hoy buscaremos entregar análisis de algunas de las series publicadas bajo su batuta.
Debo confesar que la idea inicial era huir de los títulos más archi-conocidos, pues al fin y al cabo, ¿que más se podría decir de, por ejemplo, Daredevil de Brian Michael Bendis o The Punisher de Garth Ennis que ya no se haya escrito? Sin embargo, a veces conviene seguir el curso natural de las cosas y aplicar la máxima de "comenzar por el principio", y qué mejor que abocarnos a la que quizá sea la serie por excelencia del sello.
Daredevil fue la serie más longeva de la línea Marvel Knights, extendiéndose nada menos que por 81 números, logrando un prestigio que quedó grabado a fuego en la historia del cómic gracias a la brillante etapa de Bendis. Pero antes de la llegada del calvo escritor, la colección pasó por el procesador de texto de varios guionistas en sagas cortas, de los cuales quizá el más llamativo sea Kevin Smith. A esa época nos abocaremos hoy, abarcando el tramo que va desde el #001 al #025.
Daredevil #001-008 - Kevin Smith
Cuando comenzó el proyecto Marvel Knights, quedó de manifiesto que el gran emblema del imprint editorial sería la serie de Daredevil, pues los mismos Joe Quesada y Jimmy Pamiotti, autores intelectuales y grandes jefes del proyecto, se encargarían del dibujo y las tintas. Y como guionista, trajeron nada más y nada menos que al cineasta Kevin Smith, comiquero irredento, niño mimado del cine independiente y autor de varios films de culto entre los amantes del cómic como Clerks y Mallrats, lo que atrajo sobre el diablo de Hell's Kitchen una atención y volumen de ventas de las que no gozaba desde hacía más de una década.
Smith firmó una corta pero mediática etapa, de apenas 8 números, que proyectó a la serie de Matt Murdock desde la mediocridad en que estaba ahogada hasta la modernidad del siglo XXI, en un arco argumental que se basa en el clásico ejercicio de recorrer el lado más atormentado del personaje.
La trama arranca seis meses después del final del Volumen 1, a partir de la ruptura de la relación entre Karen Page y Matt. Daredevil se ve envuelto en la custodia de un misterioso bebé del que algunos dicen que representa la Segunda Venida de Cristo a la Tierra, mientras otros afirman que es la manifestación del Anticristo. Sin embargo, lo que parece ser una historia de tintes sobrenaturales, es rápidamente anclada a la realidad mediante las miserias que nuevamente debe pasar nuestro protagonista, como el regreso de una Karen caída en desgracia, el enésimo enfrentamiento con Bullseye y las consecuencias devastadoras de dicha batalla, que impactarán de forma indeleble en el discurrir del volumen.
En general, nos encontramos con una buena historia, de planteamiento inicial interesante y desarrollo correcto. Sin embargo, adolece de lo que a la larga será una especie de marca registrada en la bibliografía comiqueril de Smith: un final fallido. Las acciones y motivos del villano principal son muy cuestionables, e incluso su presencia se hace algo artificial pues no se trata de un antagonista habitual de Daredevil. Quizá esta inconsistencia sea explicada por cierta improvisación a la que se vio obligado el guionista, pues cuenta la leyenda que Smith estuvo a punto de abandonar el proyecto al darse cuenta que la historia que estaba ideando era bastante similar a la que se publicaba en ese entonces en los últimos números del Volumen 1.
Además de lo anterior, se dice que el buen Kevin estaba bastante angustiado por hallarse bajo la alargada sombra de la mejor etapa en la historia del personaje, la de Frank Miller, a la par de saber que el sólo hecho de que su nombre aparezca en la portada del cómic atraería un seguimiento no habitual en una serie normal de superhéroes. Lo anterior se vio confirmado por las palabras que el escritor entregó a la web Man Without Fear: "Hubo un momento en que quise retirarme, por miedo de no hacerle los honores al titulo. Daredevil es un personaje grandioso que nunca ha tenido la gloria que merece. Es fascinante aquel vigilante que lucha por la justicia a ambos lados de la ley. Para mí, Miller volvió real al personaje, más mortal, más creíble, más como nosotros."
Afortunadamente, supo enfrentarse a sus demonios y dejarnos un puñado de episodios de una calidad notable. Como apunte, señalar el gran trabajo gráfico de Quesada, con un dibujo espectacular y lleno de fuerza, acompañado por un excelente entintado de Palmiotti. Sin duda, un triunvirato en perfecta sincronía.
Lamentablemente, el #008 fue el último escrito por Smith. De ahí en más, se sucedieron pequeñas sagas de varios escritores, hasta el #025 en el que Bendis asume el mando de forma definitiva.
Daredevil #009-015 - David Mack
Nuevamente se apuesta por confiar la cabecera a un escritor no habitual en la escena superheroica. David Mack —autor completo de la obra independiente Kabuki— es un artista destacado por sus guiones pero más por su peculiar estilo gráfico, marcado principalmente por utilizar técnicas más cercanas a la pintura que al arte secuencial. La historia, titulada "Parts of a Hole", e ilustrada por la dupla Quesada / Palmiotti, marca el debut de Maya López, Eco, creada por Mack. Dotada de una discapacidad que emula a la de Matt, Eco además nos recuerda poderosamente a Mary Typhoid y su primera aparición en la etapa de Ann Nocenti, pues acá también tenemos a un posible interés romántico para nuestro héroe, con Kingpin moviendo los hilos tras bambalinas. Es un guion muy bien escrito, con diálogos y pasajes de una lírica hermosa y emotiva, aunque lastrado con la ya comentada sensación de déjà vu. "Partes de un Hueco es tanto una historia de Kingpin como de Daredevil", apunta Mack en una en una entrevista al ya nombrado sitio Man Without Fear. "El estudio de Wilson Fisk que hice ahí está basado en el trabajo de Frank Miller, pues al haber crecido con esas historias, es el único Kingpin que conozco. Es también una suerte de origen de Kingpin, pues trata con su niñez en un nivel que no se había visto antes."
Daredevil #016-019 - Brian Michael Bendis
Nuevo cambio en el equipo y en esta oportunidad tenemos a Mack al dibujo —mejor dicho, pintando— y la primera toma de contacto de Brian Michael Bendis con la serie regular del personaje, aunque Daredevil ya había estado en sus manos en la olvidable miniserie Daredevil: Ninja. Respecto a la historia, titulada "Wake Up", es protagonizada casi exclusivamente por Ben Urich, quien se sumerge en una investigación acerca del trasfondo de un niño que se encuentra en estado casi catatónico desde la desaparición de su padre, el villano llamado Leap-Frog (?). Es una historia emotiva e interesante, y ofrece algunas reflexiones atinadas acerca de papel de Daredevil como símbolo, aunque desde un principio Bendis manifiesta sus clichés de diálogos eternos y el famoso decompressive storytelling. Lo más destacable es el arte, con todas sus letras, de los paneles de David Mack. Como ya dije, su estilo se puede circunscribir más a la pintura que al dibujo, entregándonos ilustraciones que son verdaderas joyas. Para muestra, basta con sólo mirar las portadas. Mack recuerda que "amé trabajar con Bendis. Usualmente no me interesa realizar el arte de la historia de otro autor, a menos que sea uno con el que realmente quiera cooperar. Nuestra colaboración en Daredevil es una que nos permitió desarrollar las habilidades de ambos, y que dio como resultado un trabajo que sin duda honra nuestra amistad de más de una década."
Daredevil #020-025 - Bob Gale
La última saga de esta época de inestabilidad en la serie está firmada nada menos que por Bob Gale —co-escritor de Back to the Future— a los guiones y Phil Winslade con David Ross en dibujos. La historia gira en torno a una demanda contra Daredevil por daños a la propiedad, cuyo principal atractivo radica en retratar la visión que tiene el ciudadano común de las actividades superheroicas y la exploración de sus consecuencias. El dibujo de Winslade y Ross es limpio y correcto, pero lamentablemente palidece frente a los trabajos anteriores de Quesada y Mack, mucho más impresionantes y atractivos. Lo anterior, sumado a que la historia si bien es amena no logra sacudirse su naturaleza de ser un mero relleno, hacen del arco "Playing to the Camera" el menos destacable de esta primera etapa.
Tal vez debido a este continuo baile de guionistas y dibujantes, y la sensación de interinato que quedó desde la marcha de Smith, el interés del público fue decayendo poco a poco. Ésto dio pie al regreso de Bendis, junto a su compinche Alex Maleev, para tomar las riendas de la serie y elevarla a unas cotas de calidad que la posicionaron en el Olimpo del Noveno Arte. Pero ésa, como suele decirse, es otra historia de la que quizá hablemos en otra oportunidad.
En papel
La forma más sencilla de acceder a este material es a través de su publicación por parte de Panini Cómics en la línea Marvel Saga, donde se pretende editar al completo la etapa Marvel Knights y la estancia de Ed Brubaker en el personaje. Específicamente, el material tratado hoy está contenido en los 4 primeros tomos de dicha colección, en una bonita presentación en tapa dura.