Camino a Avengers: Infinity War – "Iron Man 2" (2010)
Continuamos con nuestras entregas semanales sobre las películas de Marvel Studios. En cada una de estas entregas hablaremos de los filmes que forman parte de su universo cinematográfico y del rol que han jugado en la estructura de su continuidad. En esta ocasión vamos a conversar de Iron Man 2, la primera secuela de la compañía y una película que merece cierto análisis ahora que el tiempo le ha pasado un poco por encima.
El primer detalle que todos los fans recordamos de la cinta es que, o es brillante, o es terrible, dependiendo de con quién estés hablando. Fue una de las primeras películas en causar polarización dentro del Marvel Cinematic Universe y las razones son diversas. Lejos del fanatismo usual que pregonan los amantes del MCU, es justo reconocer que la segunda entrega del futuro Avenger tiene un detalle primario que usualmente hace mucho daño a muchas películas en todos los géneros: querer abarcar muchísimo en muy poco tiempo.
La trama primaria del guion es una adaptación de la historia “Demon in a Bottle”, que ocurrió entre los números #120 y #128 del Volumen 1 de la serie original de cómics, escrita por Bob Layton con David Michelinie, y dibujado por John Romita Jr. y Carmine Infantino. En ella, Tony Stark tiene que lidiar con un gobierno hostil que quiere tomar posesión de su tecnología, mientras lidia con severos problemas de salud y un alcoholismo rampante que lo pone al borde de perderlo todo.
La premisa se mantiene ahí y podemos apreciarla si prestamos atención. Esa era la intención original de John Favreau con esta nueva entrega, pero como la película debía obedecer a un guion estructurado que llevara a la construcción de este universo compartido, Marvel Studios quiso incluir múltiples elementos para asegurarse que la próxima aventura tuviera un nexo con las próximas entregas del estudio, específicamente con Thor que se estrenaría en el 2011.
El paseo inicia con Tony Stark saltando al vacío de un avión tipo Hércules en su armadura para hacer una entrada triunfal en su nueva iniciativa: la Stark Expo, potenciando el alejamiento de la compañía de las armas para enfocarse en el desarrollo de tecnología sustentable. Las primeras tomas nos ofrecen a un Robert Downey Jr. enérgico e invitándonos a construir un futuro mejor. La escena también sirve para consolidar algo que muy pocos personajes de Marvel han tenido durante los casi 10 años de existencia del universo: un soundtrack personal.
Cuanto pensamos en música, Marvel Studios no es exactamente reconocida por la fortaleza de sus scores, pues la mayoría de ellos de hecho son efímeros y fáciles de olvidar. Pocos directores se han dado a la tarea de hacer de la música una parte importante de sus cintas, y aunque todos sabemos que James Gunn ha dado lo mejor de sí con la selección del “Awesome Mix” de Star-Lord, lamentablemente el honor de hacer tan encomiable labor por primera vez no recae sobre él. John Favreau seleccionó “Shoot To Thrill” de AC/DC como la canción principal de Iron Man 2, inyectándole nueva vida un antiguo hit de la banda australiana.
La puesta en escena de los elementos de Iron Man 2 corre a 100 km/h y da poco tiempo para respirar: luego de la súper estelar presentación, los espectadores reciben la noticia de que Tony está muriendo por envenenamiento por Paladio, una substancia que mantiene la energía de su reactor Arc. Su revelación al mundo de que él en efecto es Iron Man azuza el rencor de Ivan Vanko, el hijo de un antiguo socio de Howard Stark llamado Anton Vanko, quien muere solo en compañía de su hijo, enfermo y olvidado. El co-creador del reactor Arc solo deja de herencia a su hijo sus conocimientos, quien haciendo usos de ellos crea su propia versión del reactor para destruir y humillar a Tony Stark.
Ciertas declaraciones hechas por parte de los actores y el director de la cinta ponen en evidencia los lazos que unen los hechos del film a un tramado más extenso. Marvel Studios ha aclarado, por ejemplo, que la organización terrorista The Ten Rings del primer film son los que ayudan a Ivan a llegar a Mónaco para enfrentar a Tony por primera vez. Mientras tanto, Tony está lidiando con una convocatoria del senado de parte del Senador Stern, quien está intentando obligar por todos los medios legales a Tony Stark a que entregue la tecnología de Iron Man para el ejército de EE.UU. Sus intenciones originales, sin embargo, quedarían expuestas posteriormente en Captain America: The Winter Soldier.
El comportamiento errático de Tony durante el filme continúa después del ataque de Mónaco, mientras Ivan revela al mundo que la tecnología Arc es replicable y Justin Hammer, el competidor de Tony —y su reemplazo como contratista de armas para el ejército americano—, aprovecha la oportunidad para ir por encima de su rival y recrear la tecnología del Iron Man en sus propios términos. Tony continúa sintiéndose perdido, así que entrega el mando de la compañía a Pepper Potts, contrata a Nathalie Rushman como su nueva asistente, vende su colección de arte y lanza una mega fiesta de cumpleaños usando el Mark-IV.
Ante este hilo de irresponsabilidades, Rhodey Rhodes decide que lo mejor que puede hacer para garantizar la seguridad de la nación es secuestrar la tecnología, tomando el Mark-II por la fuerza para entregárselo a Justin Hammer para su actualización y reequipamiento. S.H.I.E.L.D. hace acto de presencia, Natalie Rushman revela su identidad como Natasha Romanoff y Nick Fury le entrega a Tony una caja con mementos de su padre que le revelan cómo este en realidad sí se interesaba por él y por el futuro. Tony descubre la fórmula para un nuevo elemento que podría ser mucho más poderoso que la tecnología Arc que le da poder a su armadura, y decide sintetizarlo por su cuenta.
Con su trabajo culminado en el nuevo elemento, Tony recibe una llamada de Ivan revelándole que le hará perder lo que ha tomado en tan solo 40 minutos. Justamente durante la presentación de Hammer junto al War Machine de sus nuevos cyber-drones de combate, Tony llega usando el Mark-VI e intenta avisar a Rhodey del peligro, pero en ese momento se activa la trampa. Iron Man debe lidiar con los cyber-drones que buscan destruirlo a él y a todo lo que él representa. Supuestamente, durante este combate tenemos el debut de Peter Parker como el joven niño el que Tony salva del drone.
Black Widow va en búsqueda de Ivan, y aunque llega tarde a Hammer Industries, logra liberar la armadura de War Machine de su control. Ya reunido con su amigo, Tony y Rhodey acaban con los drones para luego enfrentar a Ivan, quien está haciendo uso de la armadura Whiplash, al cual logran vencer con cierta facilidad. Después de los créditos podemos ver cómo S.H.I.E.L.D. tiene que encargarse de una nueva situación en el desierto de Arizona: un martillo místico que ha caído en medio del desierto y que nadie parece poder levantar.
No es secreto que John Favreau tuvo que lidiar con muchas complicaciones para esta cinta. Si la narrativa de hechos se ve aglutinada es porque así se siente el filme, aunque esto no impidió que tuviera mejor suerte que su antecesora en la taquilla, produciendo una ganancia de 630 millones de dólares versus un costo de producción de 200 millones. La pesada inclusión de elementos de S.H.I.E.L.D. en la trama y las constantes peticiones del estudio para cambios en el guion es lo que hizo que el director se alejase definitivamente de la silla para la tercera entrega.
En líneas generales no podríamos decir que Iron Man 2 sea una mala película: cumple con sus función básica de entretener a la audiencia y contiene muchos elementos claves que preparan el camino a las próximas entregas. Pero es un filme que demanda atención para un espectador casual, ya que es bastante fácil perderse en el entramado de hechos ocurriendo simultáneamente. El casting se mantiene sólido y con muy pocos cambios, resaltan Sam Rockwell como Justin Hammer y el reemplazo de Terrence Howard por Don Cheadle como Rhodey. Este fue el primer film que nos entregó la siempre bienvenida visión de Scarlett Johansson como Black Widow, pero por poco recibimos a Emily Blunt quien tuvo que dejar el rol por su apretada agenda.
¡Acompáñame la próxima semana, cuando estaremos hablando de Thor!
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